El camino de Roma hacia el dominio de Italia es uno de continuada expansión y creciente poderío. ¿Cómo es posible explicar que una ciudad del Lacio se hiciera con un control indiscutible sobre toda la península en un breve espacio de tiempo y enfrentando a aguerridos enemigos? La respuesta a esta pregunta es objeto de intenso debate entre los historiadores y no puede ser respondida en forma sencilla. En mi opinión, sólo es posible identificar algunos elementos que pueden contribuir a explicar el éxito romano.
La legión manipular
La legión romana de este período, muy diferente de aquella de la república tardía, es designada con el nombre de legión manipular. Su estructura es conocida principalmente a partir de la descripción realizada por Polibio (6.22-25). Los 4200 infantes que la componían se dividían en 4 grandes categorías, 1200 vélites o infantería ligera para escaramuzas, 1200 hastati y 1200 principes equipados de manera semejante como infantería pesada y 600 triarii formados por los soldados de mayor edad y experiencia equipados con largas lanzas. Estos tres últimos grupos se encontraban divididos cada uno en 10 manípulos que constituían la unidad táctica principal de la legión. En orden de batalla estos grupos de infantería pesada formaban en tres líneas. En cada línea los manípulos se ubicaban separados por espacios del mismo tamaño que cada unidad. Éstos eran cubiertos por los manípulos de la segunda línea, cuyos espacios eran a su vez cubiertos por los de la tercera tomando el conjunto el aspecto de lo que serían las líneas de un tablero de ajedrez. Los espacios permitían en combate el relevo de una línea por la que se encontraba detrás, garantizando de esta forma la retirada de una línea desgastada y su reemplazo por otra fresca, lista para dar un renovado impulso tanto al ataque como a la defensa. No es posible entrar aquí en detalles sobre el funcionamiento táctico de este sistema, que es, desde el Renacimiento, debatido intensamente por los historiadores.
Es indiscutible que la legión manipular se reveló en la práctica como una unidad flexible y con gran efectividad en los más diversos campos de batalla. Las ventajas tácticas que la misma representaba son sin duda parte de la explicación del éxito romano.
Movilización de los recursos de los pueblos sometidos para posibilitar nuevas expansiones
Sin duda, otra clave del éxito militar romano fue la política de concesión de ciudadanía y de establecimiento de colonias en los territorios conquistados. Esta política le permitía a Roma utilizar los recursos demográficos de los pueblos vencidos para sus ejércitos. La ciudadanía limitada fue, en este sentido, una invención clave. Pues obligaba a quienes la recibían a contribuir al esfuerzo militar romano sin por ello hacerlos partícipes de las instituciones políticas del Estado. El establecimiento de colonias militares y la construcción de vías de comunicación le permitió a Roma afianzar rápidamente el control sobre las tierras conquistadas, multiplicar los ciudadanos disponibles para sus ejércitos, e incrementar sus recursos económicos.
Organización militar de la sociedad romana
La guerra tomaba en este período la forma un ritual anual, cuyo comienzo estaba fijado por el dilectus, el complejo sistema de reclutamiento de los ciudadanos con propiedad suficiente como para formar parte del ejército, los assidui, convocado por los cónsules. Al mismo tiempo se convocaba a los contingentes de tropas que debían ser contribuidos por los aliados. Tras un período de entrenamiento en los complejos movimientos de tropas propios de la legión manipular (breve sólo porque gran parte de los reclutas eran veteranos de conflictos previos), se iniciaba el período de campaña, que se extendía generalmente por los meses de primavera y verano cuyo clima permitía las operaciones. Al finalizar la temporada de campaña los campesinos-soldados eran, en épocas tempranas, normalmente licenciados para poder atender sus propiedades pero, a medida que la expansión territorial llevó a conflictos con pueblos más lejanos, este licenciamiento se hizo poco frecuente. El final del ciclo anual estaba señalado por la realización de nuevas elecciones en Roma, de las que surgirían los nuevos magistrados a hacerse cargo del comando en el nuevo año para iniciar otro ciclo. La organización temporal de la vida en Roma giraba, entonces, en torno a las necesidades de la guerra.
1 comentario:
Buscando una cita sobre el Nisi Dominus he aterrizado gratamente en su blog.
Al hilo del post de hoy, y a propósito de las razones que facilitaron la conquista romana, planteo una hipótesis:
Roma triunfa por su eficacia militar... pero también porque, por primera vez, ofrece a la península un proyecto político unitario, algo infinitamente más pujante que las individualidades tribales o comarcales.
La teoría me sirve también para explicar el triunfo peninsular del Islam: un proyecto colectivo, nuevamente.
Tanto el el caso de la Hispania romana como en el de Al Ándalus, cuando la unidad del proyecto se rompe, el poder se hunde -En el caso de Al Ándalus, para dejar paso a una nueva causa unificadora: la España cristiana-.
(Como español, me pregunto si nuestro proyecto colectivo se está acabando también... pero esa es otra historia).
Un afectuoso saludo y enhorabuena por el blog.
Publicar un comentario