La fortuna da a muchos demasiado, suficiente a ninguno
Marcial, Epigramas, 12,10,2
Brevedad y agudeza satírica son la esencia del epigrama y Marcial es un maestro indiscutible del género. El poeta es un cínico observador de la Roma imperial y un implacable expositor de sus vicios y miserias. Pero sus críticas trascienden el tiempo y llegan a la médula de los defectos que plagan la naturaleza humana en todas las épocas. La insaciable codicia es uno de ellos. El tono de los epigramas de Marcial nunca es, sin embargo, demasiado severo, nunca del todo condenatorio. En sus obras una sociedad sofisticada y algo decadente se mira sí misma, y esto, antes que al reproche, la mueve a la risa.
(Nota: la fotografía es del autor y muestra un mosaico pompeyano actualmente en el museo nacional de Nápoles)
1 comentario:
Sin dudas, los mejores "tweets" son anteriores a la computación.
;)
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