Cicerón es el autor de una de las definiciones de la amistad más hermosas que conozco (en su célebre tratado De amicitia):
Est enim amicitia nihil aliud nisi omnium divinarum humanarumque rerum cum benevolentia et caritate consensio; qua quidem haud scio an excepta sapientia nihil melius homini sit a dis inmortalibus datum.
La amistad no es pues otra cosa sino una completa coincidencia de pareceres en todos los asuntos humanos y divinos, unida con afecto mutuo y benevolencia. Con la excepción de la sabiduría, creo que nada mejor le ha sido dado al hombre por los dioses inmortales.
Una idea en cierta medida semejante la encontramos en Salustio, quien afirma:
nam idem velle atque idem nolle, ea demum firma amicitia est.
Pues querer y no querer las mismas cosas, solamente eso es la verdadera amistad.
El concepto romano de amistad (amicitia) es algo distinto del concepto moderno. Implica un lazo entre personas que tiene un carácter formal y una serie de códigos firmemente establecidos. Un elemento central es la idea de la reciprocidad, es decir, del equilibrio en todos los intercambios, sean materiales o simbólicos, que se realizan entre los amigos. Especialmente importante es la idea de la asistencia mutua entre los amigos, principalmente en el terreno judicial y político.
Una excelente introducción sobre este tema puede encontrarse en David Konstan, Friendship in the Classical World.
Podéis descargar aquí una versión bilingüe del De amicitia de Cicerón.
2 comentarios:
En nuestros tiempos las palabras an perdido su significado y valor.
enamorar a una mujer
seguí adelante con tus estudios clásicos, el país y nuestra patria lo necesitan, te felicito por tu dedicación y me hacéis sentir orgulloso de que seamos los dos Argentinos.
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