Para quien se dedica profesionalmente al estudio del pasado, la lectura de novelas históricas deja de ser agradable cuando el autor pretende hacernos creer cosas que el especialista sabe imposibles. Ello sucede a menudo. Podrá parecer pedante, pero es un vicio profesional inevitable. Por el contrario, cuando el autor sabe conjugar los datos conocidos con una trama de ficción interesante, con personajes creíbles y acordes a su contexto, entonces la lectura produce un placer especial. Ese el caso con la novela El ejército perdido de Valerio Massimo Manfredi, que acabo de leer por estos días. Me acerque a ella, lo confieso, con algo de desconfianza, pues nunca encuentro a los Bestsellers muy de mi gusto, pero mis reservas no se vieron confirmadas. El autor italiano conjuga una formación profesional en arqueología e historia clásica con una pluma singularmente prolífica y una gran habilidad para combinar realidad y ficción. Ello le ha valido una larga serie de éxitos de ventas internacionales e, incluso, una película.
En El ejército perdido, Manfredi nos presenta una nueva versión de la historia de los diez mil, los mercenarios griegos que pelearon por Ciro el joven en su intento de arrebatar el trono persa de su hermano Artajerjes y que debieron realizar una heroica retirada por varios miles de kilómetros de territorio hostil tras la muerte de Ciro en la batalla de Cunaxa. Poseemos un detallado relato de uno de los protagonistas, el ateniense Jenofonte, su célebre Anábasis. Manfredi relata la historia desde un ángulo nuevo al poner la narración en boca de una mujer, Abira, un personaje ficticio inspirado en aquellas mujeres que siguieron a los soldados griegos en su prodigiosa aventura pero sin recibir casi ninguna mención en las fuentes del período. La novela de Manfredi tiene entonces el encanto de un libro de historia que nos informa sobre un período dramático de las relaciones entre griegos y persas. A ello se suma la habilidad del autor, que le permite combinar con los sucesos históricos una apasionada historia de amor y una intriga política que mantiene al lector en suspenso hasta las últimas páginas. Por supuesto, el libro no carece de algunos puntos flojos, como pueden serlo algunos personajes demasiado estereotipados, o algunos elementos románticos un poco triviales, pero la impresión, en general, es positiva. Sin embargo, para aquellos que no lo hicieron, creo que es mejor invertir el tiempo en leer primero la Anábasis de Jenofonte, una obra maestra que tiene toda la intriga de una novela.
5 comentarios:
En mi opinión, excelente libro.
De paso, ya que has mencionado a este autor, te recomiendo su ultima novela "Los idus de Marzo", sobre la conjura que termino con la vida de Julio Cesar. Muy bueno.
Como siempre digo, excelente Blog, la verdad disfruto cada una de sus notas.
¡Saludos!
Luego de leer tu reseña me gustaría entrarle al libro pero no he leido Anábasis...De todos modos gracias por esa rcomendación
En lo que puedas te agradecería que visitaras la sección de Historia de mi blog. No tengo mucho pero algo es algo
Saludos desde Venezuela
www.tigrero-literario.blogspot.com
Luego de leer tu reseña me gustaría entrarle al libro pero no he leido Anábasis...De todos modos gracias por esa rcomendación
En lo que puedas te agradecería que visitaras la sección de Historia de mi blog. No tengo mucho pero algo es algo
Saludos desde Venezuela
www.tigrero-literario.blogspot.com
Me gusta mucho tu blog, aunque he pasado varios meses sin entrar, hasta hoy, por algunos problemas de salud.
Voy a leer a Jenofonte, seguro, luego de tu recomendacion, porque Manfredi, por lo que escribes, debe tener la sensibilidad de una pelicula de Tom Hanks.
Saludos y sigue escribiendo articulos claros, inteligentes y breves.
Yo ya hace tiempo que decidí que cuando sea mayor quiero ser Valerio M. Manfredi... viajar, escribir, enseñar... de todas formas, este no es uno de sus libros más brillantes... la historieta de amor y especialmente la aparición final me aparecieron traidas por los pelos... recomiendo Quimaira, de largo el mejor escrito.
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