viernes, 3 de julio de 2009

Amicorum communia omnia.



“Entre los amigos todas las cosas deben ser en común”

Erasmo, Adagios I, 1.

Se trata de la versión latina de una frase griega atribuida a Pitágoras: Κοινὰ τὰ τῶν φίλων.

Erasmo pensaba que no podía comenzar su colección de adagios mejor que con este antiguo y muy celebrado apotegma.

La amistad fue una preocupación central de Erasmo durante toda su vida. Su voluminosa correspondencia nos revela el cuidado y dedicación con que el gran humanista mantenía una extensa red de amistades y relaciones por todo el occidente europeo. Erasmo veía en la amistad el lazo positivo que contribuía a la construcción de una sociedad humana acorde a los principios tanto de la filosofía antigua como del cristianismo.

Nada es tan frecuente en nuestras bocas como la palabra amigo, pero pocas cosas son tan extrañas como la verdadera conjunción de mentes que, en la visión de Erasmo, merece el nombre de la Amistad. Según Salustio, Idem velle et nolle, ea demum firma Amicitia est, “desear y rechazar las mismas cosas, es la base más firme para la amistad”. Sin embargo, Erasmo era escéptico sobre la frecuencia con que podían encontrarse tales casos de profunda comunidad. Al respecto, el humanista afirma:

Tantum ego fucorum, tantum perfidiae in hominum amicitiis reperio, no in his modo vulgaribus, verum his quoque quas Pyladeas vocant, ut mihi iam non libeat novarum periculum facere

“Encuentro tanta falsedad y perfidia en las amistades humanas, no sólo en aquéllas que pueden considerarse vulgares, sino incluso en las unidas por los más fuertes lazos de afecto, que ya no deseo correr el riesgo de buscar nuevos amigos.”


El mismo escritor, en una etapa más avanzada de su vida, y como resultado de una larga experiencia, diría:

Quin en totum, eo degenerarunt hominum mores, ut hodie, cygnus niger, aut corvus albus, menos rarus sit avis, quam fidelis amicus.

Los hombres son ahora tan degenerados, (una denuncia que se ha hecho en todas las épocas), que un cisne negro, o un cuervo blanco, no son tan raros como un amigo fiel.

¿Qué piensa el lector? ¿Son los amigos tan raros?

6 comentarios:

Ticio dijo...

Aunque me tengo por amigo de mis amigos, dos dichos para matizar a este respecto y que cumplo siempre (o eso creo):
-Hay dos cosas que nunca se prestan: la pluma y a la esposa.
-Hay dos tipos de idiotas: los que prestan los libros, y los que los devuelven.
Saludos!

Heli dijo...

De ningún modo, yo tengo 22 amigos en Facebook, 43 en Friend Connect. X)

Isabel Barceló Chico dijo...

No creo que los amigos sean tan raros. Hay que preguntarse qué les damos a los amigos antes que preguntarnos qué nos dan ellos a nosotros. Saludos cordiales.

Recomenzar dijo...

Bellisimo blog te felicito

Darío dijo...

Muchas gracias por vuestros comentarios! Veo que las opiniones pesimistas de Erasmo no son compartidas por vosotros. Pero Erasmo lo veía así tras algunas experiencias problemáticas hacia el final de su vida.

saludos,

Darío

Heli dijo...

Otra cita pesimista: "Estos son malos tiempos. Los hijos han dejado de obedecer a sus padres y todo el mundo escribe libros". (yo la tengo como dicha por Cicerón). Bueno lo de los hijos se oye todos los días, sólo hay que cambiar "libros" por "blogs" para actualizarla. :o)