La verdad misma es lo hecho
En otra entrada de este blog (cogito ergo sum), se mencionó hace un tiempo la crítica del historiador, filósofo y profesor de retórica Giambattista Vico (1688-1744) al pensamiento de Descartes. Vico es una figura muy interesante pero relativamente poco conocida, fue un gran defensor del humanismo y de la importancia de la cultura clásica como base del conocimiento, por lo que creo que es justificado rendirle aquí un pequeño tributo.
Vico nació en Nápoles, hijo de un librero de recursos modestos. Aunque tuvo una completa educación formal -culminada con un título de doctor en derecho civil y canónico por la universidad de Nápoles en 1694-, siempre se consideró un autodidacta y su pensamiento es, sobre todo, el fruto de investigaciones y reflexiones muy personales. La mayor parte de su vida se desempeñó como profesor de retórica en esa misma universidad, fracasando sus intentos de obtener la más prestigiosa y mejor paga cátedra de jurisprudencia. Vico complementó sus ingresos durante toda su carrera ofreciendo lecciones privadas.
Su obra más importante y más estudiada hoy en día es la Scienza nuova publicada por primera vez en 1725 y considerada como la fundación de la moderna filosofía de la historia. El ambiente intelectual de la época estaba dominado por la filosofía cartesiana con su énfasis en la percepción y en las ideas claras y distintas como base del conocimiento. Para los cartesianos, su método permitía una investigación científica sólo del mundo natural, pues ámbitos como los de la historia, la política y la retórica, donde predominan las probabilidades, no otorgaban ninguna base firme para una construcción teórica estable. A lo largo de toda su obra, Vico elabora una profunda crítica del pensamiento cartesiano que es ejemplificada con sus axiomas verum esse ipsum factum (La verdad misma es lo hecho) o verum et factum convertuntur (lo verdadero y lo hecho son convertibles). Simplificando, para Vico, la única verdad que puede ser conocida es la que es el resultado de una acción creadora. La naturaleza puede, por lo tanto, ser pensada pero no comprendida, ello sólo es posible para Dios, su creador. El conocimiento humano por excelencia es el de los productos del hombre, como el lenguaje, el derecho o la historia.
En su tiempo Vico fue casi totalmente ignorado, su obra comenzaría a tener un mayor impacto recién en el siglo XIX, gracias a traducciones alemanas y francesas. Desde entonces, su obra ha influenciado a pensadores como Karl Marx, R. G. Collingwood o Benedetto Croce. En la actualidad, Vico es considerado uno de los pensadores más influyentes de la modernidad. El tiempo ha permitido reconocer lo que sus contemporáneos no supieron ver.
1 comentario:
Congratulações pelo excelente Blog!
Marcos Aurélio
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