miércoles, 9 de julio de 2008

Labore et constantia


Con trabajo y constancia

Los primeros editores de libros impresos fueron los agentes de una revolución cultural que cambió el curso de la historia a partir del Renacimiento. La mayoría de los pioneros eran artesanos de origen alemán que estuvieron en contacto con las primeras imprentas y difundieron el nuevo arte por Europa. Con la consolidación del mismo comenzaron a desarrollarse producciones de gran calidad y algunos pocos impresores conquistaron una reputación internacional por la excelencia de sus publicaciones. En este blog hemos mencionado a algunos de ellos, el veneciano Aldo Manucio y el francés Simón de Colines. Una de las figuras más prominentes del siglo XVI fue el francés Christophe Plantin (1520-1589).



Plantin estableció su imprenta en Amberes, un importante centro comercial y del transporte marítimo, lo que facilitaba la distribución de su producción. La calidad, el estilo y la perfección de sus libros pronto difundieron su nombre por toda Europa. Su lema era labore et constantia, con trabajo y constancia. Máxima ilustrada en el logotipo que encabeza este post y que figuraba en la portada de todos sus libros. La mano de Dios hace girar un compás, el extremo que permanece fijo simboliza la constancia y el que se desplaza, el trabajo. En algunas versiones, esta imagen es acompañada por figuras masculinas y femeninas que también representan estos dos principios.



La obra maestra de la imprenta de Plantin fue la Biblia Políglota, probablemente uno de los mayores hitos en la historia de la producción editorial. Con enorme costo y perfección ejemplar el texto se presenta en columnas paralelas en cuatro idiomas, griego, latín, hebreo y caldeo. Los volúmenes son de una calidad única y pusieron en numerosas ocasiones a Plantin al borde de la ruina por los enormes costos de producción. El rey de España Felipe II prometió ayuda financiera para que el proyecto llegara a buen puerto, pero ésta no se materializó.



La casa editorial de Plantin experimentó numerosas dificultades al iniciarse la rebelión de los países bajos contra el dominio español, especialmente en el saqueo de Amberes por tropas españolas fuera de control en el año 1576. Pero el negocio logró sobrevivir a su creador, pasando a manos de su yerno Moretus. De hecho, la imprenta siguió activa hasta 1867 y es actualmente un museo.

1 comentario:

studium dijo...

Desde hace 16 años sin saberlo he usado este logotipo para mi empresa....