La Ilíada Ambrosiana, conocida también
como Ilias picta, es el nombre con que se designa a un conjunto de fragmentos
de un códice ilustrado de la Ilíada de Homero (confeccionado en pergamino, de
gran formato y una calidad excepcional), que habría sido confeccionado en
Alejandría entre finales del siglo V y principios del VI d.C. Actualmente, los
fragmentos se encuentran en la Biblioteca Ambrosiana de Milán. Las imágenes de
algunos fragmentos acompañan el texto.
Se trata de fragmentos de
excepcional importancia porque representan algunos de los muy escasos
testimonios directos de la ilustración de libros de tema no-religioso del
período prebizantino. Generalmente, los manuscritos ilustrados de textos
antiguos que han llegado hasta nosotros son copias bizantinas o carolingias (o
posteriores) influenciadas por los estilos artísticos y por los procedimientos
de producción de libros del período en que fueron realizadas y, por lo tanto, no
pueden tomarse como testimonio directo de las ilustraciones en los libros
antiguos.
Actualmente se conservan 51
fragmentos de este códice que contienen 58 miniaturas de gran belleza. Los
fragmentos llegaron a la biblioteca ambrosiana como parte de la colección del
humanista Gian Vincenzo Pinelli (1535-1601). Un manuscrito de la misma, del
siglo XIII, contenía escolios a la Ilíada y llevaba los fragmentos de pergamino
pegados en sus páginas como ilustración. Los fragmentos fueron identificados
como parte de un libro mucho más antiguo por Angelo Mai a principios del siglo
XIX. Al despegarlos, se comprobó que habían formado parte de un libro antiguo escrito
en una mayúscula antigua que permitió su datación en el período mencionado a
partir de criterios paleográficos.
Ranuccio Bianchi Bandinelli
argumentó en una serie de estudios a favor de una confección del códice en Constantinopla,
pero a principios de la década del 70, Guglielmo Cavallo señaló como más
probable, a partir de criterios plaeográficos, que el texto fuera redactado en
Alejandría, una tesis que ya había sido defendida por Kurt Weitzmann. La
evidencia es insuficiente para zanjar la cuestión.
La Ilíada ambrosiana constituye
un claro testimonio de la permanencia del ideal de la paideia como valor social
definitorio para las elites tardo- y post-romanas. Este códice fue, sin duda,
elaborado por encargo y con un altísimo costo. Su gran formato y la gran
cantidad de ilustraciones ponen en evidencia que se trataba, ante todo, de un
libro de exposición, un testimonio visible para los visitantes de la residencia
de su dueño del gran valor que éste confería al dominio de la tradición
literaria clásica.